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Hechos Clave

  • Kiana Mei comenzó su negocio a los 15 años vendiendo origami en mercados de Melbourne.
  • Actualmente tiene 20 años, es financieramente independiente y opera un puesto en el Mercado Victoria.
  • Mei equilibra su negocio haciendo ejercicio a las 5 a.m. y acostándose a las 10 p.m.
  • Ella eligió enfocarse en su negocio en lugar de asistir a la universidad a pesar de tener altas calificaciones académicas.

Resumen Rápido

A los 20 años, Kiana Mei ha logrado la independencia financiera sin asistir a la universidad. En lugar de continuar con estudios superiores, se comprometió por completo con Kiana Mei Designs, un negocio que comenzó a los 15 años vendiendo arte de origami. Hoy en día, vende joyería asequible y personalizable en el Mercado Victoria en Melbourne.

Aunque se ha mudado de la casa de sus padres y dirige su negocio a tiempo completo, Mei admite que hubo desafíos inesperados. Destaca tres lecciones específicas que desearía haber conocido antes de abandonar la universidad para enfocarse en su empresa: la sensación de aislamiento, la necesidad de priorizar la salud física y la realidad de que sus productos no son para todos.

El Camino hacia la Independencia Financiera

Kiana Mei comenzó su viaje emprendedor a los 15 años, impulsada inicialmente por el aliento de su padre para iniciar una empresa en lugar de conseguir un trabajo estándar en un café. Utilizó una habilidad adquirida durante un viaje escolar a Japón, perfeccionando su capacidad para crear arte de mariposas de origami durante el confinamiento por COVID-19.

Mei comenzó a vender estas creaciones en mercados de Melbourne cuando tenía 16 años. Un momento crucial ocurrió durante su primera venta, donde una cliente compró tres obras por $100. Esta transacción fue el catalizador para su realización de que podría generar ingresos con artículos creados con sus propias manos.

Eventualmente expandió su línea de productos para incluir joyería. Su empresa, Kiana Mei Designs, se enfoca en artículos delicados y de precio asequible. A pesar de aprobar su último año de secundaria con altas marcas que la habrían calificado para la mayoría de los cursos universitarios, decidió renunciar a la universidad.

Mei cuestionó qué estudiaría en la universidad que ya no estuviera aprendiendo a través de la gestión de su negocio. Eligió ir "a fondo" con su negocio por un año, una decisión que condujo a su éxito actual. Ahora opera un puesto en el Mercado Victoria de martes a domingo.

Lección 1: La Realidad del Aislamiento 🏢

El primer gran obstáculo que Kiana Mei encontró fue la profunda sensación de aislamiento que conlleva ser una joven dueña de negocio. Cuando aún estaba en la escuela, tenía un círculo cercano de amigos que compartían intereses académicos similares. Sin embargo, la dinámica cambió drásticamente después de que se graduó y se mudó de la casa de sus padres.

A medida que Mei se enfocó en su negocio, notó que sus amigos de la escuela se alejaban. La divergencia en sus estilos de vida significaba que ya no tenían mucho en común. Esta brecha social se vio agravada por la demografía de la comunidad empresarial en su área.

Mei señaló que no hay muchos jóvenes dueños de negocios, particularmente jóvenes emprendedoras, en Melbourne y en Australia en general. Aunque asistió a numerosos eventos de networking, se encontró rodeada de personas significativamente mayores que ella. Esta brecha de edad dificultó su relación con sus pares en la industria, contribuyendo a sus sentimientos de aislamiento.

Lección 2: Priorizando la Salud Física 🏃‍♀️

La segunda lección que Kiana Mei aprendió fue la importancia de equilibrar el trabajo con la vida personal y mantener la salud física. Admitió que le costó "desconectar", citando un período la Navidad pasada donde trabajó en su puesto durante 14 días consecutivos sin descanso.

Las demandas físicas del trabajo minorista a menudo son subestimadas. Mei explicó que estar de pie todo el día y hablar con los clientes toma un peaje significativo en el cuerpo. El impacto en sus cuerdas vocales fue particularmente severo; cuando se resfría, pierde la voz por completo.

Durante una instancia en agosto, perdió la voz durante cinco días, lo que resultó en cinco días de ingresos perdidos porque su trabajo requiere hablar con los clientes. Para mitigar estos riesgos, ahora prioriza su salud haciendo ejercicio a las 5 a.m., desayunando bien y acostándose alrededor de las 10 p.m.

Lección 3: No Todos Son Tu Cliente 🎯

La tercera idea que Kiana Mei obtuvo temprano en su carrera fue la necesidad de aceptar que su producto no es para todos. Al principio, sentía una sensación de rechazo cuando los clientes pasaban por su puesto sin detenerse a hablar.

Ella se ponía a pensar demasiado en estas interacciones, preguntándose por qué la gente no se detenía. Sin embargo, eventualmente aprendió que en el minorista, uno no debe sobreanalizar el comportamiento del cliente. Es una realidad que a todos no les gustará el producto o el vendedor.

Mei ha adoptado desde entonces una mentalidad resiliente. Ahora se enfoca en encontrar a las personas que realmente aprecian su trabajo. Aunque todavía intenta hablar con todos en el mercado, ya no lo toma personal si alguien no responde o se detiene a mirar. Simplemente pasa al siguiente cliente potencial.

"Cuando hice mi primera venta a una señora que compró tres de mis obras por $100, me quedé en shock. Fue la primera vez que me di cuenta de que podía ganar dinero con algo que había hecho con mis propias manos."

— Kiana Mei, Fundadora de Kiana Mei Designs

"¿Qué voy a estudiar realmente en la universidad que esté relacionado con los negocios y que ya no esté haciendo ahora?"

— Kiana Mei, Fundadora de Kiana Mei Designs

"La Navidad pasada, creo que estuve vendiendo en mi puesto durante 14 días seguidos sin descanso."

— Kiana Mei, Fundadora de Kiana Mei Designs

"Cuando se trata de retail, no debes sobreanalizarlo, porque no a todos les gustará tu producto, y no a todos les gustarás tú."

— Kiana Mei, Fundadora de Kiana Mei Designs