Hechos Clave
- El viajero reservó un roomette por $500 para un viaje de 30 horas de Nueva York a Miami.
- La cabina medía aproximadamente 2,11 metros cuadrados.
- La habitación incluía dos camas, un baño oculto y un lavabo plegable.
- El boleto incluía servicio de cena en el vagón comedor.
- El viajero volvería a reservar la habitación, pero recomienda el dormitorio de Amtrak para más espacio.
Resumen Rápido
Un periodista realizó un viaje en tren de 30 horas de Amtrak de Nueva York a Miami en octubre de 2021. El viajero reservó un roomette de $500, la opción de cabina privada más económica. La cabina medía aproximadamente 2,11 metros cuadrados e incluía dos camas, un baño y servicios básicos.
Dentro del espacio cerrado, el viajero encontró una puerta corrediza, cortinas y características de almacenamiento inteligentes. La habitación contenía dos asientos que se convertían en una cama inferior y una cama superior que se bajaba. El viajero utilizó un baño oculto y un lavabo plegable ubicados dentro de la cabina. El boleto incluía servicio de cena en el vagón comedor. A pesar del pequeño tamaño, el viajero apreció la privacidad y el control de temperatura y volvería a reservar el roomette.
Reserva e Impresiones Iniciales
El viaje comenzó con la decisión de priorizar la privacidad sobre un asiento estándar. Para el viaje de Nueva York a Miami, el viajero seleccionó un roomette como la cabina privada más barata disponible. El costo de la habitación fue de $500. Al entrar en la cabina, el viajero notó el uso eficiente del espacio. La habitación medía aproximadamente 1,86 metros cuadrados y se sentía como una habitación de hotel diminuta sin área desperdiciada.
Para acceder a la habitación, fue necesario caminar por un pasillo estrecho y cruzar tres vagones de literas. Dentro, el espacio estaba cerrado con una puerta corrediza. La distribución incluía dos asientos y una mesa. Una cama estaba posicionada sobre los asientos que podía bajarse, mientras que los asientos mismos también se desplegaban en una cama. El viajero consideró esto una mejora significativa en comparación con sentarse en clase turista, donde los pasajeros comparten el espacio con otros.
Servicios e Instalaciones 🚂
El roomette estaba equipado con varias características diseñadas para la comodidad y la utilidad. El viajero se sorprendió por la variedad de opciones de iluminación disponibles, señalando que había más de lo que típicamente se encuentra en clase económica en un avión. También había un dial y salidas de aire acondicionado que permitían al viajero controlar la temperatura; el viajero mantuvo la habitación a aproximadamente 19 grados Celsius.
La privacidad estaba asegurada por una puerta corrediza que se bloqueaba y cortinas para la ventana. La habitación también contaba con un almacenamiento inteligente que le recordó al viajero a una casa diminuta:
- Una mesa desplegable entre las sillas
- Hojas plegables en la mesa para espacio adicional en la encimera
- Una mesa lateral que se abría para revelar un baño oculto
Encima del baño había un lavabo y un espejo plegables. Debido a que no había una cortina de privacidad alrededor del baño, el viajero se sintió agradecido de viajar solo. Debido a la disponibilidad de reserva, el viajero tuvo que cambiar a un roomette diferente a mitad del viaje; esa cabina específica no tenía baño, por lo que el viajero utilizó un baño compartido en la parte trasera del vagón de literas en su lugar.
Experiencia de Comida y Sueño
El boleto incluía servicio de cena, que se comió en el vagón comedor. La comida consistía en costillas cortas braisadas, puré de papas y un pan duro. Aunque al viajero no le encantó la comida tal como se sirvió, mejoró el sabor haciendo un sándwich con los ingredientes.
Para dormir, el viajero eligió la litera superior. Las mantas disponibles, que estaban envueltas en plástico, se describieron como sorprendentemente suaves y cómodas. Aunque el movimiento del tren era un poco inquietante, el viajero apreció una luz tenue y azul en la pared junto a la litera. Esta fue una característica favorita porque le recordó al viajero a una lámpara de noche colorida en casa. Aunque el sueño no fue perfecto, el viajero se sintió contento de haber elegido la litera superior por las vistas por la mañana.
Veredicto Final y Recomendaciones
Mirar por la ventana proporcionó una distracción bienvenida de los espacios estrechos. A medida que el viaje se acercaba a las 30 horas completas, el roomette comenzó a sentirse pequeño. Sin embargo, el viajero sintió que la cabina hizo un uso impresionante de los aproximadamente 1,86 metros cuadrados disponibles.
Después de completar el viaje, el viajero afirmó que volvería a reservar la habitación. Sin embargo, para aquellos que requieren más espacio para estirarse, el viajero recomienda reservar el dormitorio de Amtrak en lugar del roomette.




