Hechos Clave
- El esposo gana un salario de seis cifras alto.
- La esposa compra principalmente en Aldi para obtener los mejores precios.
- La familia tiene necesidades dietéticas especiales que requieren productos de mayor calidad.
- La columnista sugirió que el esposo asuma las responsabilidades de compras de alimentos como una prueba de realidad.
Resumen Rápido
Una lectora envió una pregunta a la columna For Love & Money sobre una disputa por los gastos del hogar. El esposo de la lectora gana un salario de seis cifras alto, pero se enfurece al comprar alimentos orgánicos, citando específicamente el precio de la leche. La esposa generalmente se encarga de las compras para evitar estos conflictos, pero el esposo aún critica sus métodos. La columnista sugiere que al esposo le falta conciencia sobre las tasas de inflación actuales en comparación con los precios de hace 20 años. La solución propuesta es que el esposo asuma las responsabilidades de las compras de alimentos. Esta responsabilidad está destinada a obligarlo a enfrentar la realidad de los costos de alimentos modernos y los cambios estacionales de precios. La columnista cree que esta experiencia ayudará a la pareja a comunicarse de manera más lógica sobre las finanzas.
La Disputa Financiera
Una lectora identificada como "Longing for Logical Conversation" contactó a la columna For Love & Money con un problema doméstico específico. Su esposo gana un salario de seis cifras alto, sin embargo, se queja frecuentemente del costo de la comida saludable. El conflicto se centra en artículos como la leche orgánica. La esposa señaló que generalmente realiza todas las compras de alimentos. Ella hace esto porque su esposo tiende a "obsesionarse" con la cantidad en que los precios han aumentado desde que era un soltero comprando para sí mismo hace 20 años. Cuando él sí va de compras, critica sus elecciones y sugiere que ella puede hacerlo mejor.
Recientemente, el esposo fue a la tienda por unos artículos y "casi explotó" por el precio de la leche. La esposa explicó que su familia tiene necesidades dietéticas especiales que requieren una lectura rigurosa de ingredientes y conseguir productos de mayor calidad. Ella intenta mitigar los costos comprando principalmente en Aldi, pero los requisitos dietéticos implican un gasto mayor. Estas peleas arruinan las tardes para la esposa, quien siente que no hay manera de comunicarse con él porque "el choque del precio elimina todo diálogo racional".
El Análisis de la Columnista
La columnista empatizó con ambas partes pero destacó una desconexión en la perspectiva del esposo. El esposo está indignado por los altos costos de los alimentos, un sentimiento que la columnista comparte, sin embargo, él coincide en que la familia necesita alimentos de mayor calidad y mayor precio. La columnista notó que la ignorancia del esposo parece "un poco voluntaria". A pesar de su alto ingreso, parece reacio a pagar los precios necesarios por los artículos que exige. La columnista usó un ejemplo verificando el precio de la leche orgánica mediante una búsqueda en Google, notando que mientras el precio de $9 es impactante, es la realidad del mercado actual.
El problema central identificado es el estado emocional del esposo. Se describe como "atascado emocionalmente en 2005", negándose a reconocer el aumento constante de costos y los precios disparados durante la pandemia. La esposa lo ha estado protegiendo de esta realidad, asumiendo el choque del precio por ambos. Sin embargo, las finanzas compartidas requieren resultados compartidos. La columnista argumenta que una persona no puede permanecer ignorante y feliz mientras la otra enfrenta la realidad. Para lograr una conversación lógica, el esposo debe ser alejado de sus sentimientos de injusticia y nostalgia por los precios antiguos.
La Solución Propuesta 🛒
El consejo dado es directo: el esposo necesita asumir las responsabilidades de las compras de alimentos. La columnista sugiere que esto no debería ser un evento único, sino un cambio a largo plazo. Al manejar las compras, el esposo se verá obligado a ver la realidad de las fluctuaciones de precios. Aprenderá por qué las bayas cuestan más cuando no están en temporada y cómo los precios aumentan durante las fiestas o cuando la familia visita. También verá cómo fluctúa su cuerpo si elige "la riqueza sobre la salud" comprando alternativas más baratas y de menor calidad.
Se espera que este cambio sea difícil. La esposa ha sido la experta en esta tarea por mucho tiempo, y cambiar a la persona responsable impactará el hogar. Sin embargo, el esposo necesita asumir la responsabilidad por su falta de participación y su actitud negativa. La columnista aconseja a la esposa no retener el apoyo o tratar esto como una prueba, sino dejarlo enfrentar las consecuencias de sus elecciones. El objetivo es que él obtenga transparencia y respeto por la carga que ella ha soportado durante dos décadas.
Conclusión
En última instancia, la columnista apoya a la lectora para encontrar una resolución. La esperanza es que, al asumir la responsabilidad de alimentar a la familia, el esposo pase de la crítica a la asociación. Si descubre consejos útiles o trucos para comprar de manera más frugal manteniendo la calidad, eso beneficia a todos. Como mínimo, la esposa no debería ser regañada por sus métodos después de hacer el trabajo por tanto tiempo. Lo que ella merece es un compañero igual que reconozca y comparta la carga de las realidades de sus vidas. Darle al esposo un turno manejando el carrito de compras es el camino recomendado para lograr esa igualdad.
"Casi explotó por el precio de la leche."
— Lectora, Columna For Love & Money
"El choque del precio elimina todo diálogo racional."
— Lectora, Columna For Love & Money
"Debe ser lanzado a la parte profunda de los hechos, forzado a hundirse o nadar."
— Columnista de For Love & Money

