Hechos Clave
- La probabilidad de ganar el premio mayor de Mega Millions es de aproximadamente 1 en 303 millones.
- Los estudios muestran que los ganadores de la lotería ahorran solo 16 centavos por cada dólar recibido.
- Un tercio de los ganadores de la lotería eventualmente pierden todas sus ganancias.
- Huntington Hartford heredó una fortuna equivalente a US$ 1.3 mil millones pero declaró bancarrota 70 años después.
Resumen Rápido
El sueño de ganar un premio mayor masivo de lotería cautiva a millones de personas, pero los estudios académicos sugieren que la riqueza repentina puede ser una trampa financiera. La investigación indica que, a pesar de las probabilidades astronómicas en contra de ganar, el verdadero desafío comienza después de reclamar el premio. Los expertos financieros señalan que el pago real es significativamente menor que el premio mayor anunciado debido a los impuestos y las opciones de pago. Además, los estudios de comportamiento revelan una tendencia de los ganadores a gastar el dinero inesperado rápidamente, lo que a menudo conduce a la inestabilidad financiera. Ejemplos históricos, como la caída de Huntington Hartford, demuestran que incluso las fortunas de miles de millones pueden perderse a través de una mala gestión y un gasto excesivo. El siguiente análisis explora las matemáticas de ganar, la realidad de las finanzas posteriores a la victoria y los factores psicológicos que contribuyen a la "maldición de la lotería".
Las Matemáticas de Ganar
Ganar el premio mayor de una lotería es estadísticamente improbable. Las probabilidades de ganar el premio mayor de Mega Millions en los Estados Unidos eran de aproximadamente 1 en 303 millones. Para poner esto en perspectiva, una persona es unas 400 veces más probable que sea golpeada por un rayo. Incluso si cada adulto en los Estados Unidos comprara un boleto único con números únicos, todavía habría una probabilidad de aproximadamente del 7% de que nadie ganara, permitiendo que el premio mayor creciera aún más.
Cuando finalmente se anuncia un ganador, la realidad financiera se establece inmediatamente. El premio mayor anunciado rara vez es la cantidad depositada en la cuenta bancaria del ganador. Por ejemplo, cuando el premio mayor de Mega Millions alcanzó US$ 1.5 mil millones en 2018, el ganador tuvo que elegir entre una anualidad o un valor de efectivo global. La opción de pago global fue de aproximadamente US$ 878 millones, significativamente menos que la cifra del titular. Incluso después de seleccionar la opción de efectivo, los impuestos gubernamentales toman una parte sustancial.
- Los impuestos federales redujeron el premio de 2018 en US$ 211 millones.
- Los impuestos estatales varían; por ejemplo, Carolina del Sur impone un impuesto adicional del 7% sobre las ganancias.
- Después de todas las deducciones, un premio mayor de US$ 1.5 mil millones podría resultar en un pago neto de aproximadamente US$ 606 millones.
La Realidad de la Riqueza Repentina
Una vez que los fondos están asegurados, el comportamiento del receptor se convierte en el factor crítico para la salud financiera a largo plazo. Un estudio que analizó los hábitos financieros de los ganadores de la lotería encontró que, en promedio, ahorraron solo 16 centavos por cada dólar recibido aproximadamente una década después de su victoria. Este patrón de gasto es consistente con los hallazgos de los economistas Guido Imbens y Bruce Sacerdote, quienes notaron que las personas tienden a gastar vientos de bolsillo inesperados con más libertad que los ingresos ganados.
La investigación de Jay L. Zagorsky de la Universidad de Boston ilustra aún más esta tendencia. Su trabajo muestra que las personas que reciben herencias o grandes regalos financieros en sus 20, 30 y 40 años a menudo pierden la mitad de ese dinero rápidamente debido a malos hábitos de gasto o malas inversiones. Esto sugiere que la falta de madurez financiera puede llevar al agotamiento rápido de la riqueza, independientemente de la cantidad inicial.
Estudios específicos sobre los resultados de la lotería pintan un cuadro sombrío para aquellos que ya están en dificultades financieras. Contrariamente a la creencia popular, ganar la lotería no siempre resuelve los problemas de dinero; a menudo retrasa lo inevitable. Un estudio específico reveló que un tercio de los ganadores de la lotería eventualmente pierden todo.
El Costo de Gastar Todo
Puede parecer difícil gastar cientos de millones de dólares, pero los datos sugieren que es más fácil de lo que parece. La investigación demográfica muestra que la participación en la lotería alcanza su punto máximo entre las personas de 30 a 39 años. Suponiendo que un ganador esté en este grupo de edad, podrían tener aproximadamente 45 años para gastar su fortuna. Si un ganador retiene US$ 900 millones después de los impuestos, necesitaría gastar aproximadamente US$ 20 millones por año para agotar los fondos, asumiendo que el dinero no genera intereses.
Sin embargo, gastar el dinero no necesariamente significa perder riqueza. Si un ganador compra activos tangibles como bienes raíces, arte o vehículos de lujo, su patrimonio neto permanece intacto. La bancarrota en este contexto resulta de "quemar" el efectivo en experiencias intangibles o pasivos sin retener activos. Un ganador que gasta dinero en experiencias en lugar de inversiones termina con nada que mostrar por su viento de bolsillo.
Una Historia de Advertencia 📉
La historia de Huntington Hartford sirve como el ejemplo definitivo de cómo una fortuna masiva puede desaparecer. Hartford heredó la fortuna de la Great Atlantic & Pacific Tea Company (A&P), una cadena de supermercados que fue el Walmart de su época. A la edad de 12 años, recibió aproximadamente US$ 90 millones, lo cual, ajustado por inflación e impuestos, es equivalente a más de US$ 1.3 mil millones hoy en día.
A pesar de esta inmensa riqueza, Hartford declaró bancarrota en 1992, casi 70 años después de heredar su fortuna. Perdió millones a través de una combinación de poca habilidad empresarial y un estilo de vida excepcionalmente lujoso. Sus gastos incluyeron:
- Comprar extensos bienes raíces.
- Crear un museo de arte.
- Patrocinar producciones teatrales y espectáculos.
Después de su colapso financiero, Hartford vivió recluido en las Bahamas hasta su muerte. Su vida, combinada con la investigación académica, ilustra que el dinero recibido inesperadamente requiere una gestión cuidadosa. Sin una estrategia para preservar el capital, incluso un premio mayor de mil millones puede llevar a la ruina financiera.
