Hechos Clave
- El riesgo de trombosis del viajero se vuelve relevante en viajes que duran cuatro horas o más.
- El cirujano vascular Henrique Lamego Junior explica que sentarse por períodos prolongados aumenta la estasis sanguínea, reduciendo el flujo.
- La deshidratación y el consumo de alcohol y cafeína aumentan el riesgo de formación de coágulos.
- Los síntomas pueden aparecer hasta semanas después del viaje, incluyendo hinchazón asimétrica en las piernas.
- Las medias de compresión y el movimiento regular son medidas preventivas recomendadas.
Resumen Rápido
Los viajeros que enfrentan largas travesías durante la temporada de vacaciones están siendo instados a tomar precauciones contra una condición conocida como trombosis del viajero. Esta condición implica la formación de coágulos de sangre durante períodos de inmovilidad prolongada, típicamente en viajes que duran cuatro horas o más. Aunque el riesgo absoluto sigue siendo bajo para la población general, la combinación de permanecer sentado por largas duraciones, el movimiento limitado de las piernas y la deshidratación puede aumentar significativamente el riesgo de trombosis venosa, particularmente en las extremidades inferiores.
Los expertos destacan que el riesgo comienza antes de abordar el avión y continúa después de la llegada. La condición ocurre cuando un coágulo se forma dentro de una vena, obstruyendo la circulación sanguínea. El cirujano vascular Henrique Lamego Junior señala que sentarse por períodos largos desactiva los mecanismos que ayudan a que la sangre regrese al corazón, aumentando la estasis sanguínea. Factores como los asientos estrechos, la flexión prolongada de las caderas y las rodillas, y los niveles reducidos de oxígeno en los aviones contribuyen al problema. Para mitigar estos riesgos, los especialistas recomiendan ejercicios específicos, hidratación y el uso de medias de compresión. Además, se requiere vigilancia después del viaje, ya que síntomas como hinchazón asimétrica o dificultades para respirar pueden señalar complicaciones graves.
Entendiendo la Trombosis del Viajero
La temporada de vacaciones a menudo implica aeropuertos llenos y horas pasadas sentados en aviones, autobuses o automóviles. Durante estas largas travesías, los expertos advierten sobre la trombosis del viajero, una condición asociada con la formación de coágulos de sangre después de horas de inmovilidad. Aunque el riesgo absoluto es bajo para personas sanas, los médicos explican que una combinación de sentarse por períodos prolongados, movimiento mínimo de las piernas, deshidratación y factores individuales puede favorecer la trombosis venosa, especialmente en las extremidades inferiores.
La trombosis ocurre cuando un coágulo se forma dentro de una vena, dificultando o bloqueando la circulación sanguínea. En escenarios de viaje, el problema está directamente vinculado a la reducción del flujo sanguíneo en las piernas. Henrique Lamego Junior, un cirujano vascular, explica que cuando una persona permanece quieta, el cuerpo deja de usar importantes mecanismos que ayudan a que la sangre regrese al corazón. Él afirma: "Si me quedo quieto, pierdo esas otras dos contribuciones al retorno de la sangre, aumento la estasis sanguínea, que es la disminución del flujo."
En la práctica, esta ralentización del flujo sanguíneo favorece la dilatación de las venas y crea un ambiente propicio para la formación de un trombo—la solidificación de los constituyentes normales de la sangre que resulta en un coágulo. El riesgo se vuelve relevante para viajes que duran aproximadamente cuatro horas, especialmente en vuelos. Factores que contribuyen al problema incluyen:
- Asientos estrechos
- Compresión detrás de la rodilla
- Flexión prolongada de la cadera y la rodilla
- Ligera reducción en la oxigenación de la sangre en vuelos comerciales
Según Lamego Junior, "a partir de las cuatro horas, el riesgo aumenta de tener una trombosis venosa profunda en los vuelos."
Factores de Riesgo y Deshidratación 🧭
Ciertos grupos de personas enfrentan un mayor riesgo de desarrollar trombosis durante los viajes. Aquellos que han tenido coágulos de sangre previos, fumadores, personas con obesidad, personas sedentarias y pacientes con cáncer activo se encuentran entre los grupos que requieren atención extra. Además, las mujeres que usan anticonceptivos orales y los hombres que usan testosterona tienen un mayor riesgo. La edad también es un factor; el riesgo aumenta a medida que las personas envejecen, particularmente después de los 45 o 60 años.
El angiólogo Caio Cesar Martins Focassio destaca que la inmovilidad prolongada a menudo se acompaña de otro factor agravante común en los viajes: la deshidratación. Él explica: "Beber agua ayuda a mantener la sangre menos viscosa y mejora la circulación. En los viajes, especialmente en avión, la gente tiende a beber menos líquidos, lo que aumenta el riesgo." El consumo de alcohol y cafeína, que es frecuente durante los viajes largos, también puede contribuir a la pérdida de fluidos.
Además, uno de los principales temores asociados con la trombosis es la posibilidad de que evolucione a una embolia pulmonar. Esto ocurre cuando parte del coágulo se desprende y migra a los pulmones. En consecuencia, la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar se ven como manifestaciones del mismo problema: tromboembolismo venoso (TEV). Según Focassio, muchos casos de trombosis pueden evolucionar con algún grado de embolia, a veces de forma silenciosa. Él señala: "Afortunadamente, muchas veces este proceso puede ser asintomático."
Prevención y Medidas de Seguridad 🛡️
La buena noticia es que medidas simples ayudan a reducir el riesgo. La estrategia principal es el movimiento. Incluso mientras está sentado, es posible activar la circulación con ejercicios básicos, como mover los pies hacia adelante y hacia atrás, rotar los tobillos y alternar la elevación de los talones y los dedos de los pies. Siempre que sea posible, ponerse de pie y caminar por unos minutos durante el viaje también marca la diferencia.
Otro aliado importante son las medias de compresión elástica. Ayudan a reducir la estasis venosa y mejorar el retorno de la sangre al corazón. El cirujano vascular André Estenssoro explica que la compresión graduada evita que la sangre se acumule en las piernas durante largos períodos de sentado. Él dice: "Las medias de compresión son excelentes aliadas en la prevención de la trombosis venosa." Si bien la indicación y el tipo ideal varían según el perfil del viajero, generalmente se consideran para viajes que comienzan a partir de tres a cuatro horas.
Sin embargo, la precaución debe continuar después de desembarcar. Los expertos advierten que los síntomas pueden aparecer días o incluso semanas después del viaje, siendo más comunes en las primeras dos semanas. Las señales de alerta incluyen:
- Hinchazón persistente, especialmente si una pierna está más hinchada que la otra
- Dolor localizado
- Endurecimiento de la pantorrilla
- Cambios en el color de la piel
Lamego Junior enfatiza que la asimetría es un punto clave: "Si el edema o este aumento de volumen es asimétrico, un miembro mucho más que el otro, ciertamente necesitas buscar atención médica."
Señales de Alerta y Conclusión ⚠️
Más allá de los síntomas en las piernas, señales como falta de repentina de aire, dolor en el pecho, tos con sangre o desmayos requieren atención médica inmediata, ya que pueden indicar una embolia pulmonar. Aunque la trombosis del viajero se considera un riesgo bajo para la población general, el diagnóstico temprano hace toda la diferencia para evitar complicaciones graves.
Durante el período de vacaciones, la recomendación médica es clara: planificar un viaje incluye cuidar la propia salud. Mantenerse hidratado, mover el cuerpo durante todo el trayecto y estar atento a las señales del cuerpo son medidas simples que ayudan a transformar el viaje de vacaciones en una travesía más segura, desde el embarque hasta la llegada al destino.
"Si me quedo quieto, pierdo esas otras dos contribuciones al retorno de la sangre, aumento la estasis sanguínea, que es la disminución del flujo."


