Hechos Clave
- La madre tenía su propia casa y ahorros, pero no contó con problemas de salud como la demencia.
- Pasó de vivir de forma independiente a una residencia asistida y luego a un centro de cuidados de enfermería en menos de una década.
- La autora tuvo que vender el condominio de su madre para ayudar a pagar los cuidados.
- La madre finalmente agotó sus fondos y pasó a depender de Medicaid.
- La autora tuvo que cuidar a su madre mientras criaba a un niño pequeño y un bebé recién nacido.
Resumen Rápido
Una hija detalla el costo financiero y emocional de cuidar a una madre diagnosticada con demencia poco después de jubilarse. A pesar de haber ahorrado para la jubilación y ser propietaria de una casa, los ahorros de la madre se agotaron rápidamente debido a los altos costos de la residencia asistida y el cuidado de enfermería, lo que llevó a la venta de su condominio y a la dependencia final de Medicaid. La autora, no preparada para el rápido deterioro y la falta de apoyo familiar disponible, enfrentó la difícil tarea de navegar las opciones de cuidado para personas mayores bajo condiciones de crisis. La experiencia resalta la necesidad crítica de una planificación proactiva, incluyendo conversaciones abiertas sobre el envejecimiento, la preparación financiera y el poder notarial designado, para evitar forzar a los seres queridos a tomar decisiones difíciles durante una crisis de salud.
El Ideal vs. La Realidad
La planificación de la jubilación a menudo se enfoca en escenarios ideales, pero un diagnóstico de salud repentino puede descarrilar incluso los ahorros más cuidadosos. Cuando la madre de la autora se jubiló, era propietaria de su casa y creía tener "suficiente" ahorrado en su cuenta de ahorros. Planeaba vivir sola en su condominio durante sus años de mayor, sin pensar mucho en conseguir o pagar ayuda si la necesitaba.
Sin embargo, una enfermedad repentina y una hospitalización ocurrieron solo unos años después de la jubilación, seguidas por un diagnóstico de demencia. La madre nunca imaginó necesitar pasar de vivir de forma independiente a una residencia asistida y luego a un centro de cuidados de enfermería en menos de una década. La autora señala que su madre planificó basándose en el escenario menos costoso, el cual no contaba con la realidad de necesidades médicas de alto costo.
Navegando una Crisis sin Preparación
Agarrada por sorpresa mientras criaba a un niño pequeño y un bebé recién nacido, la autora tuvo que pasar a la acción para desenredar una compleja situación de finanzas y un hogar en desorden. Viviendo a unas horas de distancia, la autora sintió el peso del cuidado tanto de los niños pequeños como de los adultos mayores. Al ser la madre soltera y no haber otros miembros de la familia cerca excepto un hermano con Síndrome de Down, simplemente no había nadie disponible para ayudar.
La autora pasó horas investigando y visitando instalaciones para encontrar una opción de residencia asistida más cerca de su casa que se ajustara al presupuesto. Sin embargo, la decisión se tomó rápidamente bajo estrés sin conocimientos existentes de qué preguntas hacer. La autora descubrió más tarde que la instalación era mucho más costosa de lo citado inicialmente y que había gastos adicionales frecuentes por intervenciones médicas o de apoyo necesarias.
El Agotamiento Financiero
Los ahorros de la madre se agotaron rápidamente debido al alto costo del cuidado. El tío de la autora voló a través del país para ayudar a vaciar y vender el condominio de la madre para proporcionar fondos para el nuevo arreglo de vivienda. Ocurrió una supervisión crítica cuando la autora no preguntó si la instalación aceptaría Medicaid si los fondos se agotaban; la respuesta fue no.
Además, el personal finalmente informó a la autora que su madre necesitaba un nivel superior de cuidado. A pesar de las aseguraciones iniciales de que la madre podría permanecer hasta el final de su vida, la autora aprendió que esto asumía un nivel mínimo de auto-suficiencia física y cognitiva. En consecuencia, la autora tuvo que investigar el cuidado de personas mayores nuevamente, buscando específicamente una instalación que proporcionara un nivel superior de cuidado y aceptara Medicaid. Después de estar en una lista de espera por un año, la madre se mudó a una instalación de cuidados de enfermería especializada, y sus fondos se agotaron solo meses después, pasándola a Medicaid.
Lecciones en la Planificación del Cuidado de Personas Mayores
La experiencia de la autora ilustra la importancia de la planificación del cuidado de personas mayores antes de que sea necesaria. La experiencia enseñó la importancia de tener conversaciones abiertas con los seres queridos sobre sus deseos para el envejecimiento, incluyendo planes para necesidades de cuidado potencialmente más costosas y superiores. Es crucial documentar opciones de cuidado de vivienda preferidas y alternativas, establecer planes financieros, designar un poder notarial y comunicar claramente los deseos de salud.
Aunque la autora está agradecida de que su madre y su hermano estén cubiertos por Medicaid y cuidados en instalaciones de calidad, desea que su madre hubiera estado más abierta a compartir sus deseos, salud y situación financiera antes. Evitar estas conversaciones mientras se está sano coloca una mayor carga sobre los seres queridos y puede resultar en una menor calidad de vida hacia el final.
"Ella había planificado como lo hacen la mayoría de las personas: basándose en su escenario ideal de envejecimiento, que también era el menos costoso."
— Hija de la paciente
"Me sentí como un ciervo en las luces de los faros, sola sin idea de dónde empezar, y con el peso del cuidado de niños pequeños y ahora adultos mayores y discapacitados sobre mis hombros."
— Hija de la paciente
"Desearía que mi madre hubiera estado más abierta a compartir sus deseos, salud y situación financiera conmigo antes, para que no me viera obligada a tomar decisiones en modo de crisis."
— Hija de la paciente
