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Hechos Clave

  • Las acciones de The Metals Company aumentaron diez veces en 2025, alcanzando $7.89 por acción.
  • La administración Trump está evaluando la minería en 104.5 millones de acres de fondo oceánico.
  • Los estudios científicos muestran una caída del 37% en las criaturas marinas después del raspado del lecho marino.
  • EE. UU. busca reducir la dependencia de China para minerales críticos como el cobalto y el cobre.

Resumen Rápido

La minería de aguas profundas experimentó un cambio sísmico en 2025, impulsado por la administración Trump y su impulso para asegurar el acceso estadounidense a minerales críticos. La industria, previamente estancada por la incertidumbre regulatoria, vio un dramático resurgimiento financiero. The Metals Company experimentó un aumento de acciones diez veces, subiendo de mínimas anteriores a $7.89 por acción. Este impulso financiero está directamente vinculado a la voluntad política de eludir las normas internacionales y las advertencias científicas. La administración ha apuntado a vastos territorios oceánicos, que suman más de 104.5 millones de acres, para posibles operaciones mineras. Estos planes enfrentan una feroz oposición de la comunidad internacional, científicos ambientales y líderes indígenas que advierten de un daño irreversible a los ecosistemas marinos y al patrimonio cultural. A pesar de estos desafíos, la política de "America First" de la administración continúa acelerando la industria hacia adelante.

Impulso Financiero en Medio de Cambios Regulatorios

El panorama financiero para la minería de aguas profundas cambió drásticamente en 2025. Después de años de volatilidad, The Metals Company vio cómo el precio de sus acciones se disparaba. La empresa, que ha invertido millones en investigación y tecnología, salió a bolsa en 2021 a $11.05 por acción. Sin embargo, los debates regulatorios hicieron que las acciones cayeran a un mínimo de $0.55. A finales de 2025, las acciones se habían recuperado significativamente, alcanzando $7.89.

Esta recuperación está impulsada por la postura agresiva de la administración para diversificar las cadenas de suministro lejos de China. Actualmente, EE. UU. depende en gran medida de las importaciones chinas para minerales esenciales para las baterías y la tecnología militar. La administración ve la minería del lecho marino como una necesidad estratégica. A pesar del aumento de las acciones, la empresa sigue sin ser rentable, sin ingresos por ventas de minerales esperados hasta al menos finales de 2027 debido a los permisos pendientes.

Los ejecutivos de la empresa mantienen el optimismo sobre la trayectoria financiera. Craig Shesky, Director Financiero de The Metals Company, destacó la importancia estratégica del momento actual. Declaró: "Vemos un camino para que esta acción continúe funcionando muy bien". Hizo hincapié en las apuestas geopolíticas, señalando: "Estamos realmente sentados en el ojo de la tormenta en lo que respecta a lo que EE. UU. necesita hacer para diversificar las cadenas de suministro de estos metales lejos de China".

La Expansión Agresiva de la Administración 🇺🇸

La administración Trump ha caracterizado su enfoque de la minería de aguas profundas por una búsqueda agresiva de objetivos con poco respeto por el derecho internacional. En abril, la administración afirmó que EE. UU. tiene derecho a minar en aguas internacionales, ignorando efectivamente el proceso continuo de las Naciones Unidas gestionado por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA). Esta medida provocó indignación mundial y socavó años de negociaciones diplomáticas.

El alcance de la minería potencial es masivo. La administración está evaluando la exploración y comercialización en más de 104.5 millones de acres de fondo oceánico. Esta área es comparable a todo el estado de California. Los objetivos clave incluyen:

  • La Zona de Clarion-Clipperton al sur de Hawái (más de 36 millones de acres)
  • Aguas nacionales de las Islas Cook
  • Áreas cerca de la Fosa de las Marianas (35.5 millones de acres)
  • Aguas fuera de Samoa Americana (33 millones de acres)

Estas regiones son ricas en manganeso, cobalto, cobre y níquel, minerales que EE. UU. designa como "críticos" para la electrónica de consumo y los sistemas de defensa. El entusiasmo de la administración por asegurar estos recursos ha llevado a estar dispuesta a anular las preocupaciones de científicos y pueblos indígenas por igual.

Riesgos Ambientales y Advertencias Científicas 🌊

Aunque la industria argumenta que la minería del lecho marino es necesaria para la transición de los combustibles fósiles, los científicos advierten de graves consecuencias ambientales. La Zona de Clarion-Clipperton es hogar de una biodiversidad única, sin embargo, la mayoría de las formas de vida en estas profundidades ni siquiera han sido nombradas o estudiadas. Perturbar el fondo marino podría liberar cantidades significativas de carbono a la atmósfera, empeorando potencialmente el cambio climático.

Investigaciones recientes pintan un cuadro sombrío del impacto potencial. En marzo, investigadores británicos encontraron que una expedición minera del lecho marino de hace más de cuatro décadas aún no se había recuperado por completo. Más adelante en el año, estudios en Hawái revelaron que el sedimento de las pruebas mineras debilitó la red alimentaria oceánica al inducir al plancton a ingerir partículas menos nutritivas. Otro estudio en diciembre encontró que el número de criaturas marinas en el fondo oceánico, como gusanos y moluscos, cayó en un 37 por ciento solo dos meses después de un evento de raspado.

The Metals Company ha financiado gran parte de esta investigación pero empuja constantemente contra las advertencias de los científicos. A pesar de la postura de la empresa, los datos sugieren que "recoger pelotas de golf en un campo de práctica" —una comparación utilizada por un ejecutivo de la empresa— subestima enormemente la alteración ecológica involucrada.

Oposición Indígena e Impacto Cultural 🗣️

Defensores ambientales indígenas de Hawái, Polinesia Francesa y las Islas Cook han pasado años trabajando dentro de la ISA para hacer valer sus derechos y proteger la importancia cultural del océano. Habían estado logrando avances en la configuración de las regulaciones propuestas, pero las acciones unilaterales de la administración amenazan con descarrilar estos esfuerzos.

Los defensores expresan una profunda frustración y resolución. Solomon Kahoʻohalahala, un defensor nativo hawaiano de Lānaʻi, comparó la lucha actual con la navegación. "Como navegantes de Oceanía, a menudo nos encontramos con condiciones adversas", dijo. "Las condiciones que se nos presentan pueden ser adversas, pero entendemos cómo navegar a través de ellas, alrededor de ellas y redirigir nuestras velas".

En el Commonwealth de las Islas Marianas del Norte (CNMI), los residentes también se están movilizando. La administración ha apuntado a una región con forma de plátano al este del archipiélago, que abarca más de 35 millones de acres y limita con el Monumento Nacional Marino de la Fosa de las Marianas. Sheila Babauta, una residente indígena chamorro-pohnpeiana, expresó una fuerte oposición: "Me niego a aceptar que las aguas a nuestro alrededor pertenezcan a EE. UU. Son los pueblos indígenas de este l..."

"Vemos un camino para que esta acción continúe funcionando muy bien."

— Craig Shesky, Director Financiero, The Metals Company

"Estamos realmente sentados en el ojo de la tormenta en lo que respecta a lo que EE. UU. necesita hacer para diversificar las cadenas de suministro de estos metales lejos de China."

— Craig Shesky, Director Financiero, The Metals Company

"Como navegantes de Oceanía, a menudo nos encontramos con condiciones adversas. Las condiciones que se nos presentan pueden ser adversas, pero entendemos cómo navegar a través de ellas, alrededor de ellas y redirigir nuestras velas."

— Solomon Kahoʻohalahala, Defensor Nativo Hawaiano

Fuente original

Grist

Publicado originalmente

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#Global Indigenous Affairs Desk#Indigenous Affairs#Oceans

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